En los últimos 15 años, el uso del teléfono móvil ha pasado de ser una actividad común. Sin embargo, existe la preocupación pública acerca de la posibilidad de que los teléfonos móviles podrían causar cáncer, especialmente tumores cerebrales.
Desde 1999, se han publicado una serie de estudios epidemiológicos sobre el uso del teléfono móvil y el cáncer , centrándose principalmente en los riesgos de padecer tumor cerebral. En conjunto, no han proporcionado pruebas de una relación entre ambas circunstancias, pero por otro lado, han sido limitados y han dejado la cuestión sin resolver.
El estudio Interphone se puso en marcha en 2000 para una investigación más potente y riguroso desde el punto de vista metodológico, recopilando datos en 13 países. Ahora, 10 años y 19 millones de euros más tarde, después de mucha expectación y de una larga demora, los resultados clave se han publicado.
El estudio utilizó un cuestionario básico común para los 13 países y hasta cierto punto un protocolo básico común, auqneu hubo desviaciones en algunos de ellos. El cuestionario del estudio preguntó en detalle sobre el tipo y el patrón de uso de cada teléfono móvil que el demandado, 50% personas sanas y 50% persona diagnosticada de tumor cerebral, había utilizado y sobre otros factores de riesgo de tumores cerebrales. Interphone cubrió un rango de edad relativamente pequeño (30-59 años), por lo que una proporción considerable de los datos nacionales no se incluyó en los análisis acumulados.
Las principales conclusiones fueron un riesgo significativamente menor de padecer glioma y meningioma en usuarios regulares de teléfonos móviles en comparación con personas que no eran usuarios o fueron usuarios ocasionales. Este resultado coincidía con el hallado por estudios planteados de manera similar con anterioridad.
El estudio Interphone y la literatura en general tienen deficiencias metodológicas, pero no demuestran un mayor riesgo de glioma o meningioma ya sea con el uso más largo o más de los teléfonos móviles, aunque el período más largo ya que el uso examinó por primera vez es de <15 años.
La literatura biológica sobre la relación entre exposición a radiofrecuencias y cáncer no ha establecido ningún mecanismo biológico por el cual los campos de radiofrecuencias, que no son mutagénicos, podría causar cáncer, y experimentos con animales no han dado evidencia replicables
En la actualidad no existen datos sobre el riesgo de los tumores infantiles.
La duración limitada de los datos disponibles todavía, que es principalmente para un máximo de 10 años de exposición, también dejan la incertidumbre ante la posibilidad de que a largo plazo existan efectos retardados. Sin embargo, aunque no se puede estar 100% seguro, la evidencia acumulada está cada vez más en contra de la hipótesis de que el uso del teléfono móvil pueda causar tumores cerebrales.