La venta online de medicamentos en farmacias online se inició en la década de 1990 y se ha expandido tanto que la FDA (Food and Drug Administration, EEUU) ha puesto en marcha toda una sección en su sitio web dedicada a "la compra de medicamentos a través de Internet". La Organización Mundial de la Salud (OMS) se enfrenta a esta cuestión en el contexto de la falsificación de medicamentos, que "representan un riesgo para la salud pública". Otro aspecto importante a tener en cuenta es que Internet puede facilitar el acceso y apoyar así el abuso de medicamentos con receta.
Es muy difícil estimar el número de farmacias online y la gente que compra online, el volumen de medicamentos que se comercian, y los ingresos y beneficios generados por un negocio tan oculto. En lo que respecta al número de farmacias en línea, MarkMonitor en el 2009 afirmó haber encontrado cerca de 3000 sitios web que venden medicamentos con receta, mientras que una revisión de 2010 por la Asociación Nacional de Farmacias de EE.UU. comunicó la existencia de 5859 puntos de venta. Otra encuesta telefónica de EE.UU. concluyó que el 4% de los estadounidenses habían comprado medicamentos con receta en Internet.
Este nuevo mercado tiene indudables ventajas para los pacientes: el acceso a medicamentos para personas con discapacidad o que no pueden salir de casa, el acceso las 24 horas del día, un número virtualmente ilimitado de productos, privacidad relativa y precios más asequibles. Pero el acceso directo a los medicamentos, constituye un peligro para los consumidores, ya que es difícil determinar si los medicamentos comprados online son falsos, no aprobados, o ilegales. Además, el uso inadecuado de medicamentos y el riesgo de aparición de resistencias a los antibióticos derivadas de su mal uso también pueden ser consecuencias negativas de la compra online de medicamentos
Además existe una incapacidad preocupante por parte de los consumidores para ver múltiples señales de peligro y una tendencia a ser engañado por los vendedores online que utilizan diseño profesional para simular sitios web de confianza. La evidencia sugiere que las farmacias online podrían ser una herramienta para la pesca de datos o el fraude.
En cuanto a la calidad de los medicamentos, muy frecuente el envasado y el etiquetado son inadecuados. La composición química no es la esperada en una minoría de las muestras.
Dada la dificultad técnica de la reducción de los riesgos desde el punto de vista de la aplicación, el papel del consumidor se convierte en esencial. El papel del paciente como responsable del cuidado de la salud, y no sólo como un objeto pasivo de las pruebas de diagnóstico y tratamiento médico, debe ser promovido. El suministro de información a los pacientes se convierte en un tema tan crucial. La medicina 2.0 incluye el concepto de un cambio de un "entorno de intermediación" (basado en el poder de los expertos) a un "entorno de apomediación" (basado en el empoderamiento de los usuarios). Para ello es necesaria una formación; de lo contrario los riesgos de una mayor autonomía pueden superar con creces los beneficios en un contexto como el de libre acceso a medicamentos.
